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Ana y Charles decidieron celebrar su boda en el palacio de Ruaquince. Lo hicieron sin visitar el espacio físicamente porque ellos viven en Los Ángeles, California. Por eso el día de la boda, Charles estaba completamente fascinado con el palacio. El jardín, las habitaciones, el salón y sus vistas a la catedral… Parece ser cierto que cuando tenemos algo cerca u accesible lo valoramos menos, pero para Charles era increíble y lo estaba disfrutando de una manera muy especial.
Para celebrar su boda en el palacio de Ruaquince, Ana y Charles hicieron una celebración íntima, solo 20 invitados llegados de Estados Unidos y Asturias. El día amaneció soleado y con la temperatura perfecta para hacer la ceremonia civil en el jardín de Ruaquince. Como fotógrafos, cuando trabajas en celebraciones tan íntimas, el ritmo es otro, parece que disfrutas más de los detalles. Hay más silencio, más calma. Ana se rodeó de sus dos mejores amigas y de su abuela para que la acompañasen en sus preparativos. A Charles le acompañó una de sus hijas.
La ceremonia la oficio un amigo intimo de la pareja. Había una luz mágica. Se colaba por las copas de los enromes cipreses del jardín de Ruaquince. Fue un placer poder trabajar en ese ambiente. Sin duda un momento muy especial.
Charles estaba encantado con el caso histórico de Oviedo y quería llevarse de recuerdo alguna foto donde apareciese también la catedral, así que aprovechamos al anochecer a subir al salón principal para hacer algunas fotos a través del balcón.
Un coktail hasta el atardecer y una cena intima pusieron el cierre al día antes de la fiesta.
RUAQUINCE // VESTIDO: PRONOVOVIAS // FLORES: PANDOFLORISTAS // SMOKING Y COMPLEMENTOS: HUGOBOSS // CATERING: DELOYA
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